Para que no os aburráis inauguramos otra sección fresquita a la que iremos añadiendo cosillas poco a poco.
Hoy os quiero hablar de una marca a la que tengo un cariño muy especial y que marcó mi infancia y parte de mi adolescencia, la marca española Joma. Primero vamos con un poquito de historia y datos fríos, pero que creo son necesarios. Joma nació en 1965 de la mano de Fructuoso López. No os cuento más, porque este no es un blog de copiar/pegar y al que le interesen más datos de la historia los puede encontrar aquí: http://www.joma-sport.com/es/historia.
Como sabéis en nuestro blog solemos enfocar las cosas de manera un poco más personal, por lo que yo os voy a contar lo que Joma representaba para mí. El caso es que mis padres y mis tíos compartían un chalet en un pueblo llamado Méntrida, de la provincia de Toledo. En dicho pueblo pasaba yo los veranos y los fines de semana trasteando con mis amigos. Dicho sea de paso esa fue la mejor época de mi vida. Como en mi familia todo el mundo sabía que me pirraba por las zapas, mi abuelo me habló de que había una mujer en el pueblo que vendía zapatillas de la marca Joma en un garaje en su casa, pues era una trabajadora de la marca en la fábrica de Portillo. Me interesó mucho el tema y fui a visitarla y allí empezó un largo idilio con la marca que duró casi 10 años.
Hoy os quiero hablar de una marca a la que tengo un cariño muy especial y que marcó mi infancia y parte de mi adolescencia, la marca española Joma. Primero vamos con un poquito de historia y datos fríos, pero que creo son necesarios. Joma nació en 1965 de la mano de Fructuoso López. No os cuento más, porque este no es un blog de copiar/pegar y al que le interesen más datos de la historia los puede encontrar aquí: http://www.joma-sport.com/es/historia.
Como sabéis en nuestro blog solemos enfocar las cosas de manera un poco más personal, por lo que yo os voy a contar lo que Joma representaba para mí. El caso es que mis padres y mis tíos compartían un chalet en un pueblo llamado Méntrida, de la provincia de Toledo. En dicho pueblo pasaba yo los veranos y los fines de semana trasteando con mis amigos. Dicho sea de paso esa fue la mejor época de mi vida. Como en mi familia todo el mundo sabía que me pirraba por las zapas, mi abuelo me habló de que había una mujer en el pueblo que vendía zapatillas de la marca Joma en un garaje en su casa, pues era una trabajadora de la marca en la fábrica de Portillo. Me interesó mucho el tema y fui a visitarla y allí empezó un largo idilio con la marca que duró casi 10 años.
El motivo fue
muy simple. Descubrí una marca que hacía unas zapatillas de una calidad
soberbia y a un precio realmente bajo. En realidad era un precio normal
(muy competitivo, la verdad), pero tenía truco: las zapatillas que
vendía Purita eran pares con tara. Lo que pasa es que las taras eran tan
ridículas que se podían haber vendido en tiendas sin problema alguno,
pero Joma tenía controles de calidad muy estrictos y esas zapatillas se
desechaban. Os hablo de simples manchas de pegamento casi invisibles
(que hoy se ven en retros de 180 euros) o de costuras desviadas 2
milímetros. El precio era casi la mitad de su precio normal en tiendas.
Compraba un par de pares al año aproximadamente, con lo que estimo que
habré tenido unos 20 pares de Joma en mi vida. Ninguno me decepcionó,
ninguno me resultó ni siquiera un poco incómodo.
Lo que más consumí fueron zapatillas con la tecnología CPC (Control Press Chamber) una cámara de aire vista al estilo del que podían llevar las Nike de la época. Os hablo de finales de los 80 y principios de los 90. Las utilizaba principalmente para jugar al tenis, mi gran pasión por aquella época. Las compartía con Trainer 1 y otras zapas. Siempre recuerdo aquel olor al sacar las Joma de la caja, aquel olor a cueraco del bueno. El tacto era increíble. Eran buenas y duraban y por 5.000 pesetas disponías de verdaderos zapatillones. También tuve unas de basket clavada a las de la foto que os pongo, foto que he encontrado en el foro Sneaker Collector España. Eran realmente brutales.
Lo que más consumí fueron zapatillas con la tecnología CPC (Control Press Chamber) una cámara de aire vista al estilo del que podían llevar las Nike de la época. Os hablo de finales de los 80 y principios de los 90. Las utilizaba principalmente para jugar al tenis, mi gran pasión por aquella época. Las compartía con Trainer 1 y otras zapas. Siempre recuerdo aquel olor al sacar las Joma de la caja, aquel olor a cueraco del bueno. El tacto era increíble. Eran buenas y duraban y por 5.000 pesetas disponías de verdaderos zapatillones. También tuve unas de basket clavada a las de la foto que os pongo, foto que he encontrado en el foro Sneaker Collector España. Eran realmente brutales.
Tuve también
varias de Running y eran también zapatillones. A principios de los 90
empecé a jugar de forma habitual al fútbol sala y también usaba Joma.
Recuerdo que eran de piel de canguro y el tacto era alucinante. Las
zapatillas de fútbol sala más cómodas que he tenido en mi vida eran
Joma.
Recuerdo como si fuera ayer la sensación que me producía ir a casa de Purita, acceder a su garaje y ver todas esas cajas apiladas en varias montañas. Preguntar qué tenía en mi número y sentir ese cosquilleo esperando qué me depararía al abrir la caja, qué pepino habría dentro. Que gran época, que gran marca. D.E.P. Purita, cuantas ilusiones nos generaste a tantos chavales de la época.
Hoy en día Joma es una marca que sigue activa, pero no al nivel que tenía antes. He visitado varias tiendas que tienen abiertas en Madrid y ofrecen sobre todo zapas técnicas de running con precios desde los 35 a los 90 euros. Algún amigo aficionado al running me ha comentado que tienen algunos modelos realmente buenos en cuanto a relación calidad/precio. Lo que si he visto es que la ropa de deporte que tienen (polos, sudaderas, pantalones, etc.) sigue teniendo una gran calidad, por lo que parece que la marca sigue interesada en ofrecer buenas cosas. Lástima que no reediten zapatillas de la época mítica, porque conmigo tendrían un filón.
Recuerdo como si fuera ayer la sensación que me producía ir a casa de Purita, acceder a su garaje y ver todas esas cajas apiladas en varias montañas. Preguntar qué tenía en mi número y sentir ese cosquilleo esperando qué me depararía al abrir la caja, qué pepino habría dentro. Que gran época, que gran marca. D.E.P. Purita, cuantas ilusiones nos generaste a tantos chavales de la época.
Hoy en día Joma es una marca que sigue activa, pero no al nivel que tenía antes. He visitado varias tiendas que tienen abiertas en Madrid y ofrecen sobre todo zapas técnicas de running con precios desde los 35 a los 90 euros. Algún amigo aficionado al running me ha comentado que tienen algunos modelos realmente buenos en cuanto a relación calidad/precio. Lo que si he visto es que la ropa de deporte que tienen (polos, sudaderas, pantalones, etc.) sigue teniendo una gran calidad, por lo que parece que la marca sigue interesada en ofrecer buenas cosas. Lástima que no reediten zapatillas de la época mítica, porque conmigo tendrían un filón.
Por Supercarmann
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