Hoy os voy a hablar de una zapa que me entusiasma y que me ha entusiasmado desde siempre y de la que he tenido, tengo y tendré siempre algún par. Os hablo de una zapa sencilla que todos conocéis, pero que para muchos pasa de puntillas en este mundo sneaker de hoy en día en que priman otro tipo de zapas. No me cabe duda de que la mayoría de grandes aficionados a las zapas conocerán y aprecian este modelo, pues es de los modelos más míticos de la marca, pero tampoco me cabe duda que muchos aficionados más jóvenes o nuevos no saben ni que existen o que sencillamente nunca han reparado en ellas. No la hemos incluido en la sección “Aquellas maravillosas zapas” porque realmente es una zapatilla que siempre ha estado presente, siempre se han podido encontrar y no creo que dejen de venderse nunca.
Os hablo pues de la Adidas Superstar, sea la variante que sea, ya sea la I o la II, que es la que se vende desde hace bastantes años. Brevemente mencionaremos que la Superstar nació en 1969 como una evolución de caña baja de la Adidas Pro Model. Enseguida fueron utilizadas por grandes jugadores de la NBA, siendo uno de los más notables en llevarla el mítico Kareem Abdul Jabbar. Como siempre os decimos por aquí, no contaremos más de la historia de la zapa, pues la podéis leer en mil sitios y como sabéis, el objetivo de este blog es otro muy distinto del de copiar y pegar.
Lo que hace tan especial a la Adidas Superstar es que el Toe es de plástico rugoso y que parece una pata de un pato. El resto de la zapatilla es de piel, aunque ha habido un montón de combinaciones diferentes a lo largo de la historia. Personalmente me encanta por su sencillez. Me gustan muchos tipos de zapatillas, pero tengo especial predilección por las zapatillas sencillas, de esas que necesitan poco para transmitirte algo. Otra cosa que me encanta de la Superstar es su comodidad. Está claro que cada pie es un mundo, pero al menos en mi caso, me podría hacer kilómetros y kilómetros con cualquiera de mis Superstar sin que mis pies sufriesen una leve molestia. Siempre que voy a cualquier tienda y tienen algún par de Superstar se me van los ojos hacia ellas.
Lo que hace tan especial a la Adidas Superstar es que el Toe es de plástico rugoso y que parece una pata de un pato. El resto de la zapatilla es de piel, aunque ha habido un montón de combinaciones diferentes a lo largo de la historia. Personalmente me encanta por su sencillez. Me gustan muchos tipos de zapatillas, pero tengo especial predilección por las zapatillas sencillas, de esas que necesitan poco para transmitirte algo. Otra cosa que me encanta de la Superstar es su comodidad. Está claro que cada pie es un mundo, pero al menos en mi caso, me podría hacer kilómetros y kilómetros con cualquiera de mis Superstar sin que mis pies sufriesen una leve molestia. Siempre que voy a cualquier tienda y tienen algún par de Superstar se me van los ojos hacia ellas.
Me parecen unas zapatillas que combinan prácticamente con cualquier estilo que uno quiera llevar. Las he tenido en muy diversos colores, pero creo que sin duda los que más me gustan son las que combinan negro y blanco y blanco y negro. De ambos colores he tenido varias y tengo actualmente un par de cada una (las blancas y negras del 97, porque las Superstar aguantan lo que les eches). También me encantan las blancas y rojas, que hace ya tiempo que no las tengo y me gustaría tener unas. Si os digo la verdad, en realidad la Superstar es la única zapa que me gustaría tener en cualquier color.
En líneas generales me parece una zapa de gran calidad, bien hecha y resistente, aunque es cierto que dependiendo del año de fabricación el cuero empleado es mejor o un poco más flojo. Se suelen ver en las tiendas a un precio que ronda los 80 euros, pero creo que es de las zapas más fáciles de encontrar a precios casi de derribo. No me refiero a páginas de internet, me refiero que se pueden encontrar a precios de derribo en tiendas físicas. De hecho no hace mucho se me escaparon unas blancas y rojas a 30 euros por no quedar mi talla y también las tenían blancas y verdes a ese precio.
Para mí, la Superstar sí que es una zapatilla imprescindible en cualquier colección que se precie.
Por Supercarmann
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