Hasta en la sopa

Normalmente usamos esta expresión cuando queremos decir que estamos hartos de ciertas cosas o de ciertas personas, en la mayoría de los casos por verlas continuamente. Me he permitido este título, porque aunque no esté ni mucho menos harto de la marca de la que trata esta entrada, si que es cierto que el hecho de verlas en cientos de pies puede producir cierta sensación de hastío, sobre todo a los que nos encanta la marca desde siempre.

Seguro que llegados a este punto ya intuís de que marca os voy a hablar. Pues sí, no os equivocáis, os voy a hablar de New Balance, la marca de moda para lo bueno y para lo malo. Basta darse un paseo por Madrid (y supongo que lo mismo por otras ciudades españolas) para ver como en el último año o incluso yo diría que en los últimos dos años la ciudad se ha poblado de New Balance. Gente de todo tipo las lleva: gente normal que las lleva por moda, gente famosa que las lleva por moda y en un tercer lugar estaría la gente que las lleva porque le gustan de verdad.

Como digo, mucha gente las lleva por moda. A estos no os descubro nada si os digo que la marca les importa muy poco, simplemente las llevan porque están de moda. Este grupo de gente suele llevar la New Balance 420, un modelo sencillo de suela tirando a fina y calidad digamos que normalita tirando a baja. La moda de este modelo de New Balance ha hecho que en las tiendas se vean a precios totalmente desproporcionados y que no van en consonancia con la calidad de la zapatilla. No es raro verlas a más de 80 euros e incluso sobrepasando los 90 euros (dejemos aparte nuestro querido Indiana Jones Sniker en su templo de zapas que las tiene a 120 euros para que los Borjamaris lo gocen cuando salgan en Facebook después de haber soltado semejante pastizal por semejante mediocridad). También se ven mucho las 373 (tengo unas que me regalaron y la calidad es realmente mala, la puntera se despega con mirarla), pero no están tan de moda como las 420. A precio normal andan cerca de los 70 euros, un precio desorbitado para la ínfima calidad que ofrecen. 

El otro día estuve con un amigo dando una vuelta porque quería pillarse unas New Balance y estuvo probándose unas en el Outlet de Deportes Moya que está en la calle Montera. Eran unas 420 marrones que estaban a 45 euros. A mi amigo le parecieron baratísimas, a mi me seguían pareciendo caras. Por suerte, no se las llevó y ahora está buscando unas 574, que a mucho no os parecerán nada del otro mundo (a mi me encantan de siempre), pero que no me negaréis que le den mil vueltas a cualquier 420 y salen normalmente más baratas.

El segundo grupo son los famosos. No hay más que hacer un zapping (ya si se pone Telecinco el tema es directamente para alucinar) para ver las cantidad de 420 que inundan la pantalla de nuestra tele. No tengo duda de que es por moda y que la mayoría de esos famosos/famosillos saben poco o nada de la marca. 

A mí no me importa. La realidad es que no me va a gustar menos la marca porque esté de moda. Pero sí que es verdad que entiendo que esta moda ha llevado en mi opinión a que las consecuencias las paguen los consumidores habituales de la marca, aquellos que las llevamos porque nos gusta de verdad. Incluso los modelos no tan habituales de la marca (los de gama alta) han sufrido un incremento de precio brutal en el último año, haciendo que sea complicado encontrar una 577 por menos de 140 euros, una 1500 por menos de 170 euros, una 1300 por menos de 190 euros o una 998 por menos de 200 euros (hablo siempre de precios sin rebajas). No sé si este incremento tiene que ver con la marca o con el distribuidor en España, aunque se intuye la respuesta.

Las modas siempre tienen consecuencias en los precios. Es la ley de la oferta y la demanda, no tiene mucho misterio.

Por suerte la marca sigue sacando modelos alucinantes y de gran calidad, para que aquellos a los que siempre nos ha gustado, sigamos apreciándola.

En fin, que las modas siempre existirán y como todas ellas, pasarán. Espero que cuando pase la moda de New Balance, el precio se normalice.

Por Supercarmann